Por diversas razones, mi balance de dedicatorias en el Salón del Cómic de Barcelona de 2016 era bastante escaso. Por este motivo, y después de muchos años sin hacerlo, me animé a pasar por allí el domingo por la tarde en un último intento de ampliar mis capturas. Me salió bien y empecé con un fijo que nunca falla en estas lides, el stand de Astiberri. Rubén Pellejero ya me había firmado tiempo atrás otro álbum de la editorial, En carne viva, cuando se publicó en 2010. En aquella ocasión fue durante una presentación en la librería Joker.