Argumento
Namor, el Hombre Submarino, fue creado por Bill Everett, de la empresa Funnies Inc., en abril de 1939, para una revista llamada Motion Picture Funnies Weekly #1, una edición gratuita en blanco y negro que se distribuía en los cines para atraer al público a los cómics; y luego fue reeditado en color en la revista Marvel Comics #1 de la editorial Timely (que muchos años después se convertiría en Marvel), y fue uno de los personajes más importantes de la misma junto a la Antorcha Humana original y el Capitán América. De hecho, el que Namor estuviera relacionado con el agua y la Antorcha con el fuego dio pie a uno de los primeros crossovers entre personajes. Pero, a pesar de su éxito, Namor fue olvidado junto con la mayor parte de los primeros super héroes al terminar la Segunda Guerra Mundial.
El personaje fue recuperado años después por Stan Lee y Jack Kirby, que con Los 4 Fantásticos hacían resurgir al género. Su regreso tuvo lugar en el número 4 de dicha publicación, y para justificar la ausencia editorial se adujo que había perdido la memoria y que creía ser un vagabundo en los barrios bajos, hasta que la Antorcha Humana (no el personaje original, sino el de Los 4 Fantásticos) lo encontró y lo arrojó al mar, recuperando así su memoria y su poder.
Namor fue también responsable de la reintroducción del Capitán América en el universo Marvel, al golpear los hielos del polo norte y desprender un trozo dentro del cual el Capitán América se encontraba congelado.
Namor es un mutante, hijo de un ser humano y una atlante, y como tal posee poderes diferentes a los de ambas especies. Su fuerza es muy superior incluso a la de los Atlantes y posee una resistencia increíble, a pesar de lo cual una prolongada ausencia de contacto con el agua puede debilitarlo mucho e incluso matarlo. También posee una longevidad superior, de hecho tiene el mismo aspecto que en la Segunda Guerra Mundial. Su piel es humana y no azulada, puede volar gracias a las alas de sus tobillos, y puede respirar indefinidamente en aire u agua por igual. También posee la habilidad de comunicarse y controlar a las criaturas marinas.