Argumento
Diez años después de la historia original, Sebastián (o Narrador, como antes se le conocía) aparentemente curado, vive la típica vida americana: Tiene una casa, un trabajo y está casado con Marla, toma metódicamente su medicación, corta el césped de su jardín y apenas tiene relación con su hijo de nueve años, el cual está obsesionado con los aspectos más explosivos de la química. La típica vida de clase media. De vez en cuando algún dependiente de un comercio o el camarero de algún bar (personajes siempre con la cara llena de moratones y luciendo un curioso tatuaje en la mano) le invita o no le cobra la compra llamándole muy respetuosamente señor Durden. Pero Marla no es feliz con su matrimonio. Continúa con su vieja costumbre de colarse en sesiones de grupos de apoyo de personas con enfermedades variadas (en una de esas escenas se hace gala de un muy bien llevado pero irreverente humor negro, como era de esperar) y desea que Tyler, la pasional y magnética otra personalidad de su gris marido vuelva para salvarla del tedio de esa vida falta de emociones fuertes que lleva. Sebastian, enamorado de Marla, lo sabe, pero es incapaz de afrontar esa situación que tanto le desespera.