Argumento
Un detective suelto en Londres
Putas, fantasmas y funcionarios
Abbeyard combina dos géneros tan populares como entretenidos: la comedia y el policial. Los diálogos, que no son hilarantes ni pretenden serlo, arrancan sonrisas pero, sobre todo, establecen un tono cómico que va de la mano de la aventura, que pone el ritmo de la lectura y hace que saltemos de un breve capítulo al siguiente con ganas y sin esfuerzo, junto con el dibujo ideal de Vogt para este tipo de relato. La intriga y el misterio, con un par de vueltas de tuerca, dan la estructura policial de este álbum autoconclusivo que revisita el caso del padre de los asesinos seriales, Jack el Destripador, a la vez que parodia la mítica figura del detective. Así, veremos a Archibald Abbeyard, oscuro archivista de Scotland Yard, tratando de resolver el crimen de Belle, una prostituta a la que frecuentaba, asesinada después de una visita suya. La primera variante con respecto al policial clásico aparece, valga la redundancia, con la aparición del fantasma de Belle.