Argumento
Li-An teje en esta obra una vida aventurera en torno a los elementos conocidos de la vida de Gauguin.
1891. Rodeado de sus amigos artistas, Gauguin celebra su partida a Tahití. Desea pasar allí una temporada, en busca de un exotismo que podría proporcionarle la clave de “otro” arte. Regresará de este fascinante otro lugar con unos cuadros magníficos, un estallido de colores que expresa el sueño de una edad de oro primitiva. Li-An, que también ha vivido varios años en Tahití, teje en esta obra una vida aventurera en torno a los elementos conocidos de la vida de Gauguin.
“A medida que leía sobre él, averigüé que la leyenda de artista maldito la había escrito en gran parte el propio Gauguin y que este no tenía ningún reparo en mentir si consideraba conveniente hacerlo. Pero sobre todo descubrí que el Tahití de su época no era el paraíso ideal y eterno que él pintó, eso me indujo a imaginar lo que pudo ser el descubrimiento de la isla para él”. Li-An