Argumento
Formar parte de un programa de movilidad no ocurre todos los días, y ello conlleva una serie de novedades, como vivir en una ciudad nueva, nuevos amigos, nuevo piso y nueva convivencia con todos aquellos que te acompañen en la vivencia. Todo ello supone dejar a un lado lo que ya habías conseguido para centrarte en vivir el día a día. Y si ya la cosa se pone bastante “vertiginosa”, hay que añadir que esta experiencia sólo tiene nueve meses de duración y se acabó.
Miles de personas han vivido, están viviendo y vivirán esta etapa, independientemente de si hay apoyo económico que reciban, un poco perdidos, sin nadie que les oriente y les diga si merece la pena saltar a la piscina de lo desconocido. Todas estas fueron mis dudas cuando me tocó dar el paso, y por ello, también fue lo que me motivó a narrar esta historia.