Argumento
Érase una vez una casa en medio del mar. La casa tenía una torre que miraba a Poniente, una escalinata que se adentraba en las aguas y un árbol, por Levante, que florecía entre marzo y abril. Allí vivían enamorados una mujer que tocaba el violonchelo y un pintor fascinado por el Mar y sus criaturas, por los secretos que guardaban sus profundidades, por los seres maravillosos que él imaginaba que las poblaban y por las costas de tierras lejanas al otro lado del mundo a los que sus aguas podían conducir si se sabía encontrar el rumbo.
Libro de la película.